Me confieso...

-Adicto al tabaco, al café, las cervecitas con o sin tapa y al ibuprofeno (en pastillas, el de sobre no me gusta nada).
- Consumidor compulsivo de música. Oigo de todo y siempre que puedo intento ampliar horizontes pero no soporto los grupos lineales...
- Altruista desmedido, patrón de las causas perdidas...algo debió de influirme tanto cine épico en mi infancia.
- Fiel hasta el absurdo, aún habiendolo intentado nunca pude ser infiel...creanme que no es cosa fácil cuando uno tiene esta cabeza que ostento sobre mis hombros.
- Testarudo y obcecado mientras no haya un razonamiento que me diga que estoy equivocado, el sí porque sí o el no porque no me subleban.
-Voluble como el tiempo otoñal, soy capaz de hacer los mejores planes que jamás pudieran idearse pero incapaz de sostenerme en su realización.
- Susceptible a gritos y contactos físicos, para mi innecesarios, en una conversación. ¿ es que creeis que por aporrear el hombro o el pecho compulsivamente va a ser más fácil la comprensión de la absurda charla?
- Paciente e impaciente a partes iguales, dependiendo del grado de cafeína en vena obviamente...
- Resignado orgulloso, consciente de las limitaciones que el orgullo acarrea sin ignorar mi absoluta incapacidad para controlarlo en determinadas ocasiones.
- Claramente tajante, aún partiendo de la base de la multitud de colores y sus texturas siempre tiendo a ver solo el blanco y el negro. Simplificar es mi máxima, haciendo así todo mucho más sencillo y huyendo habitualmente a la francesa de situaciones demasiado enrevesadas y relaciones personales complicadas.
-...

Por todos estos y otros muchos pecados, obviados algunos y olvidados otros, pido vuestra absolución.

Amén!!